Chistes Graciosos





Chistes Graciosos


El hambriento cliente entra a un restaurante a ordenar su desayuno.

Le dice al mesero:

—Mesero, por favor, tráigame una tortilla de verduras, por favor.

—¿La tortilla la quiere española o francesa?

—Me da lo mismo, ¡no la quiero para hablar con ella!

😄 😄 😄


—Mamá, mamá, te tengo dos noticias: una buena y otra mala.

—A ver, hijo, dime primero la buena.

—Pues que he dejado el tabaco.

—Hay que bien, hijo, muchas felicidades, ¿y la mala?

—Que no sé dónde.

😄 😄 😄


¿Cuál es el dinosaurio al que le gusta la música rap?

El velociRAPtor.

😄 😄 😄


¡La gente me dice que me parezco al Capitán América!

... Antes de que obtuviera su suero de supersoldado.

😄 😄 😄


Un ingeniero agrónomo recién licenciado vuelve a la granja de su padre y le dice:

—Estás trabajando con métodos muy anticuados, lo que hace que tu producción sea demasiado baja. Por ejemplo, ¿a qué no puedes conseguir 10 kilos de manzanas de cada uno de estos árboles? —Le pregunta señalando al campo.

—Claro que no, hijo —responde él—. Son naranjos.

😄 😄 😄


Un físico, un químico y un programador van en un coche por la carretera. De repente el coche comienza a hacer un ruido extraño.

Paran el coche y, dejando el motor en marcha, intentan adivinar qué está sucediendo mirando el motor.

El físico dice:

—Evidentemente, hay un problema de rozamiento entre los pistones, de ahí el ruido.

El químico replica:

—De eso nada, el ruido es debido a que la gasolina está mal mezclada.

El programador va y dice:

—¿Por qué no lo apagamos, lo encendemos, lo apagamos, lo encendemos, …?

😄 😄 😄


Una francesa se lo hace estirar todo: la nariz, la piel de la cara, etc.

Finalmente, el cirujano le pregunta:

—¿Desea la señora algo más?

—Quisiera tener los ojos más grandes y expresivos.

—Nada más fácil, señora. ¡Enfermera, traiga la cuenta, por favor!

😄 😄 😄


—Doctor, sin rodeos, dígame la verdad, ¿tengo problemas de memoria?

— ¡QUÉ SÍ!

😄 😄 😄


Mi propósito del Año Nuevo es abandonar mis malos hábitos.

Pero a nadie le gusta que le abandonen...

😄 😄 😄


—Mamá, mamá, llévame al circo.

—De eso nada, el que quiera verte que venga a casa.

😄 😄 😄


Pepito le dice a Jaimito:

—Oye, ¿cómo te fue en la prueba?

Jaimito le responde:

—Nada, me fue mal porque no respondí nada.

Pepito:

—Yo también dejé la prueba en blanco.

Jaimito:

—¡Eres tonto, después la señorita va a creer que nos copiamos!

😄 😄 😄


Caperucita se encuentra con el lobo en medio del bosque y le dice:

—Lobo, ¡qué orejas más coloradas tienes!

—Sí...

—Lobo, ¡qué cara más roja tienes!

—Sí...

—Y... ¡qué hinchadas tienes las venas del cuello!

—Sí...

—Lobo, ¡qué abiertos tienes los ojos!

—¡Siíííííííííííí!

—Lobo, ¡qué apretados tienes los dientes!

—Caperucita, ¡¿podrías irte y dejarme cagar en paz?!

😄 😄 😄


Dos polluelos que acaban de salir del cascarón.

—¡Ah!, qué bello es estar aquí fuera. ¿Qué te parece, mi estimado compañero, si nos vamos a aquel árbol con ramas altas y desde allí disfrutamos de la vista de la pradera?

—Anda, déjate de rollo, tronco, y vamos al supermercado a ver gallinas desnudas.

😄 😄 😄


—Ayer me dijeron que soy fea.

—No te preocupes, a mí me han dicho cosas peores.

—¿Qué te han dicho?

—Que también eres bastante tonta.

😄 😄 😄


Era un matemático que tenía una personalidad tan negativa, tan negativa, tan negativa, que cuando llegaba a una fiesta los invitados empezaban a mirarse extrañados y preguntaban:

—¿Quién se ha ido?

😄 😄 😄


¿Qué le dijo su tripulación a Colón cuando finalmente llegó a la India?

¡Capitán! América.

😄 😄 😄


—Ayer llamé a la policía porque unos ladrones robaron en mi casa y se llevaron hasta los vasos.

—¿Y los detuvo?

—Sí, sí, los de tubo también.

😄 😄 😄


¿Dónde hace sus necesidades Batman?

En el bat-er.

😄 😄 😄


¿Qué le cuenta Batman a Robin para pasar el rato?

Sus bat-allitas.

😄 😄 😄


Un lechero vasco que se está muriendo en el hospital reúne a sus dos hijos, su hija y su esposa y, rodeado por todos ellos y su enfermera, les reparte su herencia.

Dice a su hijo mayor:

—A ti, Pedro, te dejo las casas del norte.

—A ti, hijita, te dejo todos los apartamentos de la zona sur.

—A ti, Carlitos, por ser mi hijo menor, con un gran porvenir, te dejo las oficinas del centro.

—Y a ti, mi querida esposa, el edificio del Barrio las Cumbres, al oeste de la ciudad.

La enfermera, impresionada, le dice a la esposa:

—Señora, su esposo es muy rico, les está dejando muchas propiedades.

Y la esposa, sin perder el tiempo, le responde:

—¡Qué rico ni qué ni nada! ¡Esas son las rutas por donde reparte la leche!

😄 😄 😄












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