Chistes con final inesperado





Chistes con final inesperado


—Después de mirar la libreta de calificaciones, la madre de Pepito le dice enojada:

—¡Pepito! ¡Estas notas merecen un castigo!

—Tienes razón, mamá. ¡Vamos, que yo sé dónde vive la profesora!

😄 😄 😄


Pepito le pregunta a la profesora:

—Maestra, ¿me pueden castigar por algo que no he hecho?

La maestra, sorprendida, le responde:

—Por supuesto que no, Pepito. Eso sería muy injusto.

—Está bien, señorita. Es que no hice la tarea.

😄 😄 😄


Esta era una niñera que regresaba de un paseo por el parque con el bebé.

Cuando llega a casa, la madre sorprendida ve que la niñera trae otro bebé y angustiada le pregunta:

—¿Qué sucedió? ¿Por qué no trae a mi hijo y trae a este niño?

Y la niñera contesta:

—Señora, usted me ha dicho que, si el bebé se ensucia, lo cambio.

😄 😄 😄


—Doctor, ¿cómo está el bebé que se tragó los veinte duros?

—Fatal, sigue sin cambio.

😄 😄 😄


Peso 80 kg, pero midiendo 1,75 debería pesar 70 kg.

Definitivamente, este año me pondré como meta crecer diez centímetros más.

😄 😄 😄


—Ayer me dijeron que soy fea.

—No te preocupes, a mí me han dicho cosas peores.

—¿Qué te han dicho?

—Que también eres bastante tonta.

😄 😄 😄


Tres excombatientes, un americano, un inglés y uno de Lepe, se encuentran presumiendo de heridas de guerra.

El americano se levanta la camisa y dice:

—New York City.

El inglés muestra su gran cicatriz y dice:

—London City.

Sale el de Lepe, y bajando un poco el pantalón, dice:

—Apendi-citi.

😄 😄 😄


¿Cómo llaman los de Lepe a los sordos?

A gritos.

😄 😄 😄


—Papá, ¿te gustan huevos fritos?

—Sí, hijo, ¿por qué?

—El gallinero está en llamas.

😄 😄 😄


—Cariño, ¿qué sería el tiempo sin ti?

Y su pareja le contesta:

—Empo.

😄 😄 😄


Si tu pareja tiembla cuando le abrazas,

Si sientes calientes sus labios como las brasas,

Si la respiración se agita,

Si su corazón fuerte palpita,

¡No te acerques porque tiene gripe!

😄 😄 😄


Por la mañana nunca desayuno porque solo puedo pensar en ti.

Al mediodía nunca como porque solo puedo pensar en ti.

Por la noche nunca ceno porque solo puedo pensar en ti.

En la madrugada nunca duermo… ¡porque tengo mucha hambre!

😄 😄 😄


—¡Te amo!

—¿Y cómo sabes que es amor?

—Porque cuando pienso en ti no puedo respirar.

—Eso es asma.

—Pues entonces, ¡te asmo!

😄 😄 😄


Un hombre va a un abogado.

—¿Y usted cuánto cobra por una consulta rápida?

—100 euros por tres preguntas.

—Vaya, es un poco caro, ¿no?

—Sí... y dígame, ¿cuál es su tercera pregunta?

😄 😄 😄


—Amor mío, creo que podríamos tener otro hijo.

—Me parece bien, a mi tampoco me gusta el que tenemos ahora...

😄 😄 😄


Después de medio siglo de matrimonio, él se muere, y al poco tiempo después, ella también y se va al cielo.

En el cielo ella encuentra al marido y corre hacia él y le dice:

—¡Amor mío! ¡Qué bueno encontrarte!

Y él responde:

—¡No me vengas con esas! El contrato fue clarito: “Hasta que la muerte nos separe”.

😄 😄 😄


Se encuentran dos amigos:

—¿Sabes? Hoy me he comprado una paloma que cuesta diez mil euros.

—¿Mensajera?

—No, no, no te exagero.

😄 😄 😄


Un diputado argentino se encuentra en la calle con un amigo de la infancia y este le pregunta:

—¿Cómo estás llevando esta crisis?

—La verdad es que duermo como un bebé.

—¡Duermes como un bebé! ¿Pero cómo lo haces?

—Me despierto cada 3 horas llorando.

😄 😄 😄


El Departamento de Defensa estaba llevando a cabo una sesión informativa sobre todos los servicios y el líder planteó esta pregunta.

—¿Qué harías si encontraras un escorpión en tu tienda?

Un marinero dijo:

—Lo pisaría.

Un soldado dijo:

—Lo aplastaría con mi bota.

Un infante de marina dijo:

—Lo atraparía, le rompería el aguijón y me lo comería.

Un aviador dijo:

—Llamaría al servicio de habitaciones y averiguaría por qué hay una tienda de campaña en mi habitación.

😄 😄 😄


¿Cómo se detiene a un escorpión?

Simplemente configúrelo en scorpi-off.

😄 😄 😄


Un señor llega de su trabajo y ve a su esposa muy angustiada corriendo hacia él y gritando:

—¡Mi amor! ¡Mi amor! ¡A mi mamá la picó un alacrán!

Y el esposo le pregunta:

—¿Cómo que un alacrán? ¡Si había cuatro en la cajita!

😄 😄 😄


¿Qué es lo mejor que puedes hacer si ves un Tyrannosaurus rex?

Reza para que no te vea.

😄 😄 😄


Había una vez un elefante, una jirafa y una gallina que fueron a hablar con Dios.

Entra el elefante y Dios le pregunta:

—¿Qué te pasa, hijo mío?

El elefante le dice:

—Señor, es que estoy cansado de esta trompa tan grande, todos se burlan de mí.

Dios le dice:

—Pero, hijo, debes estar agradecido, porque con ella puedes recoger mucha agua para beber.

Sale el elefante todo contento.

Entra la jirafa y Dios le pregunta:

—¿Qué te pasa, hija mía?

La jirafa le dice:

—Señor, es que estoy cansada de este cuello tan largo, todos se burlan de mí.

Dios le dice:

—Pero, hija, debes estar agradecida porque gracias a él puedes recoger los frutos de los árboles más altos para comer.

Sale la jirafa contenta.

Entra la gallina y le dice a Dios:

—¡A mí sí que no me venga con bobadas, o me agranda el trasero, o me achica el huevo!

😄 😄 😄


Dos polluelos que acaban de salir del cascarón.

—¡Ah!, qué bello es estar aquí fuera. ¿Qué te parece, mi estimado compañero, si nos vamos a aquel árbol con ramas altas y desde allí disfrutamos de la vista de la pradera?

—Anda, déjate de rollo, tronco, y vamos al supermercado a ver gallinas desnudas.

😄 😄 😄


—Doctor, doctor, mi mujer cree que es una gallina.

—Bueno, pues traigala a ver si la curo.

—¡Sí, hombre, con la falta que nos hacen los huevos!

😄 😄 😄


Mi propósito del Año Nuevo era leer más.

Así que encendí los subtítulos de mi televisión.

😄 😄 😄


Va un borracho por la calle y se encuentra con una monja.

Le pega una hostia, la tira al suelo y le dice:

—¡Levántate, Batman, y shigue lushando!

😄 😄 😄


Un periodista que vivía en los Estados Unidos, se entera de que en el sur de Chile vivía un indio que tenía superbuena memoria. Y cómo buen gringo, decide venir a investigar el asunto.

Toma un avión, luego un tren, luego un jeep a la cordillera y por fin dos días a caballo para llegar a un poblado.

—¿Vive aquí el indio con buena memoria?

—Sí —le responden y le señalan una casa.

Entra y ve a un indio de como 90 años.

—Así que usted es quien tiene buena memoria.

—Sí, soy yo.

—¿Y me podría hacer una demostración?

—Claro, ahí está mi diario de vida. —Y le da un libro de cómo 3.000.000 de páginas.

El gringo lo agarra y le comienza a preguntar:

—¿Qué pasó el 2 de abril de 1903?

—Bueno, esa mañana amaneció nublado y yo me puse un chaleco rojo. Mi mamá estaba cociendo un pato salvaje y un vecino gritó porque se le cayó una piedra en el pie.

Y así pasaron un largo rato conversando. El indio siempre acertaba. Así que el gringo se convence y decide volver a EE. UU. a redactar un artículo.

Al despedirse, le preguntó:

—¿Qué hizo cuando cumplió 15?

—Desayuné 2 huevos.

—Cierto, cierto.

El gringo se va y escribe un libro, y se hace famoso y millonario con la historia.

Al cabo de 30 años decide visitar los huesos del indio.

Llega al pueblo y pregunta por la tumba y le dicen que el indio aún vive.

Cuando le ve, dice:

—¿Pero... pero cómo... cómo... cómo...?

—Fritos... fritos... fritos...

😄 😄 😄


Va Caperucita Roja cantando por el bosque:

—Soy Caperucita Roja, una niña muy feliz...

Cuando de pronto ve al lobo y le dice:

—¡Señor Lobo, ya lo vi detrás de ese árbol!

El lobo sale corriendo y Caperucita continúa su camino cantando su cancioncilla.

Después de unos pasos vuelve a ver al lobo:

—¡Señor Lobo, ya lo vi de nuevo, está detrás de esos matorrales!

El lobo sale corriendo y Caperucita sigue su camino cantando.

Poco después se topa de nuevo con el lobo:

—¡Señor Lobo, ya lo vi otra vez, detrás de esa roca!

El lobo sale muy enfadado y dice:

—¡¿Será posible, es que no se puede cagar tranquilo?!

😄 😄 😄


Caperucita se encuentra con el lobo en medio del bosque y le dice:

—Lobo, ¡qué orejas más coloradas tienes!

—Sí...

—Lobo, ¡qué cara más roja tienes!

—Sí...

—Y... ¡qué hinchadas tienes las venas del cuello!

—Sí...

—Lobo, ¡qué abiertos tienes los ojos!

—¡Siíííííííííííí!

—Lobo, ¡qué apretados tienes los dientes!

—Caperucita, ¡¿podrías irte y dejarme cagar en paz?!

😄 😄 😄


Caperucita Roja fue a visitar a su abuelita sin saber que el lobo ya se había ocupado de ella...

—Abuelita, qué ojos tan grandes tienes.

—Es para verte mejor.

Nuevamente, Caperucita mira a su abuelita y dice:

—Abuelita, qué orejas tan grandes tienes.

—Es para escucharte mejor.

Caperucita vuelve a insistir:

—Abuelita, qué nariz tan grande tienes.

—Es para olerte mejor.

Caperucita vuelve a la carga:

—Abuelita, qué boca tan grande tienes.

—¿A qué viniste? ¡¿A visitarme o a criticarme?!

😄 😄 😄


Un hombre ingresa en un hospital para hacerse una pequeña operación.

Una enfermera empieza a tomarle los datos: el nombre, la compañía del seguro, etcétera.

—En caso de emergencia, ¿a quién avisamos?

—¿Quiere decir si estoy a punto de morirme?

—Bueno... sí.

—En ese caso, llame corriendo a un doctor.

😄 😄 😄


Una enfermera lleva al paciente en la camilla camino al quirófano.

—¿Pero por qué tiembla usted tanto?

—Es que he oído que la otra enfermera decía que la operación de apendicitis es muy sencilla y que no había por qué estar nervioso y que todo iba a salir bien.

—Pues claro, todo eso se lo dijo para tranquilizarle porque es verdad.

—¡No, no, si es que no me lo decía a mí, sino al cirujano!

😄 😄 😄


—Ayer llamé a la policía porque unos ladrones robaron en mi casa y se llevaron hasta los vasos.

—¿Y los detuvo?

—Sí, sí, los de tubo también.

😄 😄 😄


Una mujer le dice a su madre:

—Mamá, mi marido se fue ayer a comprar arroz y aún no ha vuelto. No sé qué hacer.

—Ay, hija, no te preocupes —le contesta su madre—, ponte a hacer espaguetis.

😄 😄 😄


—Mamá, mamá, te tengo dos noticias: una buena y otra mala.

—A ver, hijo, dime primero la buena.

—Pues que he dejado el tabaco.

—Hay que bien, hijo, muchas felicidades, ¿y la mala?

—Que no sé dónde.

😄 😄 😄


—Mamá, mamá, ¿qué tienes en la barriga?

—A tu hermanito.

—¿Lo quieres mucho, mami?

—Muchísimo, Jaimito.

—Mm... Entonces, ¿por qué te lo comiste?

😄 😄 😄


—Mamá, mamá, llévame al circo.

—De eso nada, el que quiera verte que venga a casa.

😄 😄 😄












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